Existen distintos tipos de
economistas:
- El abuelete simpaticote, que sale en los programas de telebasura para alumbrarnos con su sabiduría. La telebasura se organiza muy bien: en épocas de bonanza nos pone a videntes o astrólogos, que nos orientan sobre dónde debemos invertir; y en épocas de escasez nos pone a estos simpáticos sabios economistas que nos explican lo mal que nos va y lo peor que nos va a ir.
- El economista-político, que se forra alternando la política bien con la Administración o con la gran empresa.
- El listillo, que en tiempos de crisis aprovecha para escribir libros, en los que explica lo que ha sucedido y que él ya lo había avisado. De esta manera queda muy bien y, de paso, se forra un poquito.
- El premio Nobel, que ha tenido una brillante ocurrencia, pero que cuando se aplica su ocurrencia provoca desgracias sociales.
- El profesor universitario, que vive aislado de la realidad y forma a las futuras generaciones de economistas pringaos.
- El privilegiado, que se gana honradamente la vida trabajando de lo suyo, como autónomo, en la administración o en la empresa.
- El subempleado, que trabaja de administrativo, en el mejor de los casos. ¡Para eso tantos estudios universitarios! En un país normal le hubiera bastado con hacer una buena Formación Profesional.
- El emprendedor, que le han dicho que se busque la vida como pueda, porque los grupos anteriores ya están completos.
- El pringao, también llamado economista Los lunes al sol o economista-patera. Es el recién licenciado que no tiene cabida en ninguno de los grupos anteriores.
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